El volumen del edificio es modelado por la normativa local que permite la ocupación total del terreno hasta los tres pisos de altura. Los deslindes y adosamientos norte y sur son enteramente cerrados, por lo que la entrada de luz natural al nuevo edificio se propone con ventanas hacia la fachada principal, lucarnas en el techo para iluminar el centro del volumen construido y un distanciamiento de 7.0 mts al deslinde oriente.
La fachada del nuevo edificio de la Caja Los Andes está orientada hacia el poniente, y aprovechando el cuerpo volado permitido, se proyecta un espesor de 1.20 mts donde se sitúan las ventanas en el plomo interior. La trama de las perforaciones del plomo exterior de la fachada no siempre coincide con las perforaciones de las ventanas. En general los planos laterales verticales protegen las ventanas del sol nor poniente y los planos diagonales reciben los rayos del sol. Es en este espesor, de color blanco, al igual que en la Catedral, donde se regula la entrada de la luz poniente al interior del edificio. Como segunda operación para la entrada de luz al edificio, se propone que el hall de acceso al edificio sea un gran vacío de tres pisos de altura y así permita la entrada de luz y la comunicación visual de sus tres niveles. Este vacío se ilumina con la gran ventana hacia la fachada poniente y mediante dos grandes lucarnas en el cielo, orientadas al norte, que, al igual que la fachada poniente y el lucernario de la Catedral, se construyen con una cierta forma y espesor que regula la entrada de sol al interior del edificio.
El acceso principal del edificio también se trata como una perforación con espesor de la fachada, que permite la apertura de las puertas hacia el exterior y genera un zaguán antes de entrar al hall principal de triple altura. También al nivel de calle se propone un ventanal que da cuenta de la gran sala de atención de público del primer piso. En el costado sur de la fachada principal, marcado por un portón metálico perforado, se ubica el acceso al subterráneo para estacionamientos y salas técnicas. En todos los recintos interiores del edificio y en todas sus fachadas se aplicó color blanco para que la luz natural se reflejara en los planos de muros, vanos y cielos. El pavimento del edificio se trató en forma uniforme de color gris claro.
El volumen en volado de la fachada principal del edificio es una piel compuesta por una estructura metálica soportada en la cabeza de las losas, revestida en planchas de yeso por el interior, aislación térmica intermedia y Revestimiento Trespa® por el exterior. Este revestimiento da cuenta de una calidad y precisión buscada para la trama de los vanos y espesores que conforman la fachada del edificio. Las lucarnas ubicadas en la techumbre y que también tienen vista desde la lejanía, también son revestidas con el revestimiento de color blanco.
Autor: Raimundo Lira Arquitectos
- Arquitectos: Raimundo Lira – Marlene Fischer – Diego Arroyo
- Colaboradores: Carolina Valenzuela – Cristian Willumsen – Arturo Saavedra
- Asesores Técnicos: Calculista – Rg Ingenieros
- Iluminación: Mónica Pérez
- Fotografías: Pedro Mutis